Los ñames son unas tubérculos de origen tropical que son muy comunes en América Latina, África y las islas Canarias. Son originarios en África del Oeste y pertenece a la familia de la batata y el boniato. Se caracteriza porque al crecer almacenan material comestible en la raíz. Pertenece a la familia de la Dioscorea que es muy grande, por lo que hay varios tipos de ñame como el ñame de agua, el ñame amarillo y el ñame blanco. El tubérculo puede alcanzar 1,5 metros y pesar hasta 70 kilogramos con un diámetro de casi 15 centímetros y su piel es áspera, de color marrón a gris rosado y difícil de pelar, aunque facilita si se cocina primero. El interior es de color blanco y rico en almidón.
Su cultivo se puede realizar a través de semillas o por corte de raíz. Su cultivo se realiza en invierno donde hay temperaturas templadas en un ambiente húmedo. También se puede encontrar propagado al aire libre, principalmente en las orillas de los bosques. Las principales especies cultivadas son el ñame blanco, el ñame púrpura y el ñame chino.
Los cinco principales productores son todos de África; siendo Nigeria el principal con una amplia ventaja de 47 millones de toneladas. Después de este le siguen Ghana, Costa de Marfil, y Benin con 7,8, 7,2, 3 miillones de toneladas respectivamente y por último Togo con 800.000 toneladas.
En cuanto a su información nutricional, podemos observar que el ñame es una gran fuente de carbohidratos, teniendo 42 gramos por cada porción. Aparte de esto también aporta 177 calorías y 6,2 gramos en fibra. También aporta una pequeña parte de proteína, teniendo 2,3 gramos y por último cabe destacar que apenas tiene grasas, habiendo un 0,26 por cada porción de las cuales un 0,05 son saturadas.